lunes, 17 de noviembre de 2008

RIESGOS QUE AMENAZAN AL MEDITERRÁNEO

RIESGOS QUE AMENAZAN AL MEDITERRÁNEO

El mar Mediterráneo constituye apenas un 0,7% de la superficie marítima mundial, y recibe nada menos que el 17% de la contaminación global por vertido de hidrocarburos, debido a ello, el mediterráneo es el mar más contaminado de todo el mundo.. Es necesario tener en cuenta que en él viven más de 10.000 especies marinas, que representan aproximadamente el 10% de la fauna acuática de todo el mundo.

Nuestro mar se enfrenta a varios problemas derivados de la mano del hombre: la pesca excesiva, especialmente utilizando técnicas destructivas con el medio ambiente, actualmente se capturan más del doble de toneladas que hace medio siglo.

Una cantidad que está despoblando de peces al Mediterráneo.

Los vertidos incontrolados a sus ríos tributarios se ha convertido en un mal endémico, por si todo esto fuera poco, contamos con el 25% del turismo mundial, un turismo destructivo e incivilizado, que siembra de cemento nuestros litorales, erosionándolos sin remedio.

La plaga de vehículos a motor que circulan por el mediterráneo, está consiguiendo extinguir las poblaciones de focas y tortugas.

La salinidad del mar no para de aumentar, y su temperatura asciende unas pocas milésimas cada año, habiendo aumentado casi medio grado en los últimos cincuenta años. Imaginar los billones de calorías necesarios para ello, pone los pelos de punta.

Si no podemos remedio, todo apunta a una futura desecación y desertización de su litoral.

El calentamiento del planeta con el consiguiente deshielo de los casquetes polares, hace aumentar el nivel de agua del mediterráneo, que oscila de 2,5 a 10 milímetros por año. En unas pocas décadas, este incremento que puede parecer inofensivo, inundará marismas e inutilizará gran parte de la infraestructura turística costera.

Las praderas submarinas de posidonias, donde está fundamentada la biodiversidad marina del mediterráneo están desapareciendo paulatinamente, y las plagas de medusas cada vez son más asiduas.

Estamos ante un ecosistema muy frágil, enfermo, que debemos de cuidar, si no queremos que desaparezca esta cuna de la civilización que ha sido nuestro Mare Nostrum.

Una buena forma de cuidarlo sería polucionando menos, utilizando menos abonos químicos en nuestros viñedos, no vertiendo nuestros residuos al mar, controlando exhaustivamente a los buques mercantes que lo navegan, que hacen la “limpieza” de sus sentinas en él, como si de una cloaca se tratase.

En definitiva, este aparentemente “querido” Mare Nostrum, se ha cansado de ser nuestro basurero, y después de darnos la vida, la cultura, la historia y el vino, después de favorecer las relaciones humanas y el comercio durante milenios, necesita de nuestra ayuda, de nuestros cuidados, e incluso de nuestro amor, o irremediablemente morirá.

Haría falta ser muy hijo de puta para permitir que esto ocurriese.

 

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